lunes, 3 de marzo de 2014

Joe Louis Walker - Hornet's Nest


Con una carrera discográfica que arrancó en 1986 con ese Cold Is The Night y que ha continuado con una regularidad pasmosa hasta este Hornet's Nest, manteniendo siempre el nivel y sin dejar de ser el mismo en ningún momento, lo de Joe Louis Walker es algo admirable. A pesar del tiempo que lleva, de tener un sonido propio, de tocar como los ángeles y de tener una voz tan portentosa como expresiva, nunca ha sido especialmente famoso ni ha sido tratado como una leyenda excepto por sus fieles. Pero ahí sigue, demostrando su clase y que, afortunadamente y a pesar de todo, el blues en la actualidad no se reduce a los amigos que Clapton tiene la costumbre de llamar año tras año para su festival Guitar Crossroads en una ediciones que ya chirrían por lo repetitivo de los invitados, los temas escogidos y por lo rutinario que resulta todo, algo que con músicos con el saber hacer de gente como Joe Louis Walker no ocurriría.

Empieza el disco con el tema título, muy a lo Aligator Records, mucho guitarreo portentoso, dejando ver que este es un disco demasiado de la onda del productor, Tom Hambridge, que además compone muchos de los temas y suya es la batería que suena en todos los temas e incluso algunos coros, pero la personalidad de Walker es demasiado pronunciada para sucumbir ante prácticamente nada. Con All I Wanted To Do, en una onda más soul se ve que a pesar de que el disco tenga una producción tan típica va a haber espacio para mucho de lo que Walker puede abarcar, que no es poco, y no todo va a quedarse en los clichés del sello de Chicago. As The Sun Goes Down le sirve a Walker para explayarse con la guitarra como quiere. Stick A Fork In Me y Don't Let Go de Jesse Stone, son rock'n'roll a la vieja usanza, en la última respaldado por coros masculinos y con ese toque a la guitarra de Walker tan purista y escueto. Love Enough es blues muy clásico dominado por la excelente voz y el slide de Walker, que está espléndido. Rambling Soul tiene esa onda más dura y rockera, también algo más vulgar y menos distintivo, en la que Walker también brilla, claro, aunque menos entre tanto decibelio. Una de las sorpresas del disco es versión de la stoniana Ride On, Baby, un tema más pop de lo que Walker acostumbra a hacer y que tiene un sonido más E. Street Band en algunas partes, especialmente por el piano. Sigue la fiesta con la marchosa y vacilona Soul City, con la guitarra infectada de efectos y con mucho ímpetu. I'm Gonna Walk Outside es blues tipo Chicago con las teclas del gran Reese Wynans apoyando a un Walker muy clásico y convincente. Uno de los temas más sorprendentes es Not In Kansas Anymore, muy rockero y que me recuerda en algunas partes a The Who y con la guitarra solista queda algo sepultada entre tanta muralla de sonido. Con Keep The Faith, un tema muy intimista termina el disco, que deja buen sabor de boca, lo que no es una sorpresa tratándose de Walker. Este es su disco número 20 en estudio y aunque mis favoritos puedan ser Blues Survivor y JLW este gran músico nunca decepciona, uno de los mejores del blues por mucho que no tenga el reconocimiento que si tienen otros músicos del género más vulgares y con mucha menos personalidad.