miércoles, 22 de enero de 2014

Drive-By Truckers - English Oceans


Este es un disco para saborear, poco a poco y con tranquilidad, aunque ya desde la primera escucha Patterson Hood y Mike Cooley te hacen sentir que estás en casa de nuevo, su concepción de la música a través de la honestidad les hace únicos, una banda maravillosa en cualquiera de sus formaciones, con una discografía plagada de discos eternos y grandes canciones, rock'n'roll en estado puro. Con English Oceans me pasa que según avanzan las veces que pongo el disco lo veo un poco por debajo de un disco como Go-Go Boots. En general la sonoridad del disco me parece un tanto plana, sin las aristas tan cortantes de otras ocasiones. El inicio festivo con Shit Shots Count de Cooley me encanta, aunque poco después Patterson llene el ambiente con su particular dramatismo en When He's Gone. Hearing Jimmy Loud es rock'n'roll, al estilo Cooley, maravilloso, para mí de lo mejor del disco y de su producción propia, algo que no está mal para alguien con joyas tan tremendas a sus espaldas como Zip City o Where The Devil Don't Stay.  Natural Light, también de Cooley, una preciosidad, sonoridades perdidas en el tiempo, voz llena de emoción, un tema que vale muchísimo. When Walter Went Crazy es otra maravilla más en la producción de Patterson, escueto pero genial, es difícil no sentirse conmovido por un tema tan sencillo y tan honesto. First Air Of Autumn, otro tema de Cooley, lleno de épica y sencillez al mismo tiempo, extraordinario. Este gran álbum termina con Grand Canyon, impresionante y profunda canción, marca Patterson Hood, con esa absorvente e hipnótica batería final del gran Brad Morgan con la que termina el disco, haciendo que desees seguir imbuido en la música de esta gran banda. Un disco que, como casi cualquier cosa de DBT, tira por tierra cualquier argumento de quien diga que ya no hay rock que merezca la pena. Es un orgullo dedicarle tiempo a esta banda tan atemporal de puro y emocionante rock'n'roll.

Es indudable el mayor protagonismo e implicación de Cooley en el disco, un tipo que se toma su trabajo muy en serio, con un nivel de autoexigencia altísimo, no le vale cualquier cosa y prefiere poner todo el empeño posible antes que entregar una mediocridad. La calidad y el liderazgo de Patterson en Drive-By Truckers es algo bastante obvio, es un tipo con una capacidad y una personalidad fuera de toda duda, pero este grupo no se entendería sin su amigo del alma, Mike Cooley, la personificación del rock'n'roll en la actualidad, y alguien con una voz encantadora y personalísima, algo a lo que se refirió la gran Betty LaVette, que comentaba que envidiaba el tono de voz de Cooley. Me llama la atención que viendo el otro día la actuación de Jason Isbell emitida en Austin City Limits también hiciera hincapié en el asunto de la composición durante la entrevista. Decía Isbell que él se esfuerza realmente en el aspecto compositivo y que si ve que algo en lo que haya estado trabajando bastante tiempo no lleva a ninguna parte lo deshecha sin más problemas, también decía que hay músicos a los que admira que se conforman en la actualidad con meter dos o tres canciones realmente buenas por disco y que el resto de la mayoría de las grabaciones actuales es relleno. Me sorprendió oírle tan tajante sobre el asunto, pero tiene razón. Se puede ver en el trabajo de los Truckers o Isbell en solitario una dedicación que no se ve muy a menudo.