sábado, 21 de septiembre de 2013

Steven Soderbergh - Cineasta con cosas que decir


He visto, con muy poco tiempo entre el visionado de una y otra, las dos últimas películas de Steven Soderbergh: Efectos Secundarios y Behind The Candelabra. La prímera tiene mérito, que haya conseguido hacer que respete algo más a un actor como Jude Law es todo un logro, y lo cierto es que Law está espléndido en todo el metraje, al igual que Rooney Mara (la Lisbeth Salander del remake americano de Millennium) y Catherine Zeta-Jones, en uno de esos papeles en los que demuestra que es algo más que una cara bonita, mucho más en realidad. Gran film sobre la farmacología con una historia que va dando tantos giros inesperados que el desarrollo se convierte en algo totalmente inesperado, algo que en el cine comercial actual no es muy fácil de ver. No saber como va a acabar una película es algo digno de mencionar y sorprenderse con algo todavía es una maravilla. Cine virtuoso, elegante, que pone el dedo en la llaga sobre un tema tan espinoso.




Behind The Candelabra, que es de la HBO, está basada en un libro que escribió uno de los novios que tuvo el excesivo Liberace, ese pianista tan inclasificable como homosexual, que trató de ocultar su orientación sexual como fuera, a pesar de que había que estar ciego para no verlo. Si un periódico hablaba de su homosexualidad pues se le llevaba a juicio y ya está. Ese personaje tan singular está interpretado en la película por Michael Douglas, y su novio por Matt Damon. Demasiado, y además tiene el añadido de ver a un Rob Lowe pasadísimo y decorado de forma inenarrable. Actuaciones excepcionales de los dos protagonistas en un film tan interesante como hortera, tan bien llevado como incómodas  que son de ver algunas de las escenas. Una historia de como el dinero si que puede comprarlo todo, donde la opulencia es una forma de vida y el amor puede cohabitar con montones de drogas, joyas en abundancia, trajes que tienen su propio coche y ropa no apta para casi ningún gusto.




Parte de los films anteriores de Soderbergh no me habían dicho gran cosa, pero con estos dos me ha vuelto a convencer de que con su firma uno puede esperar películas actuales de calidad, y que es alguien valiente y creativo, que no tiene que recurrir a gastarse un dineral en llenar la pantalla de imágenes generadas por ordenador, donde la fuerza está en lo que se cuenta, en los actores y en la dedicación de hacer cine porque se tienen cosas que decir, no sólo por hacer taquilla. Aunque Soderbergh haya dicho más de una vez que dejaba el cine mucha gente no se lo creía, al final lo ha cumplido, en parte, y es de momento dice que Hollywood se acabó para él y que prefiere dedicarse a proyectos como este, pensados para la televisión. Sea como sea espero que siga haciendo cine, para la tele o lo que sea, sus películas con un oasis entre tanto superhéroe y tanto ordenador.