miércoles, 14 de agosto de 2013

House Of Cards - Hay vida fuera de la HBO


Estupenda serie, para mi gusto a la altura de las mejores de la HBO. El tema es la política norteamericana. Poder disfrutar de toda la bondad y el buen rollo que destilan los políticos y la gente que trabaja para ellos en una serie como El Ala Oeste de la Casa Blanca (sólo he visto la primera temporada, no se si después cambió mucho, cosa que dudo) conlleva mucha generosidad y aceptar que estás viendo ficción, bueno ciencia-ficción prácticamente. El mérito en un caso como ese lo tienen un guión excelente, una dirección hábil y el trabajo de un reparto sobresaliente. Pero yo soy más de House Of Cards. Kevin Spacey es el maligno Frank Underwood, toda su vida se centra en sus tejemanejes para conseguir poder, y si tiene que rechazar millones de dólares de un mega-empresario para conseguir ventajas de forma que sólo alguien como él podría ver, no tiene ningún problema, como dice una de las mejores frases de la primera temporada: "El dinero es la gran mansión en Sarasota que comienza a derrumbarse a los 10 años. El poder es el antiguo edificio de piedra que dura siglos. No puedo respetar a alguien que no ve la diferencia."

Veo muchos paralelismos entre Frank Underwood y Al Swearengen de Deadwood. Tienen una capacidad de visión increíble  una paciencia a prueba de bombas y saben resolver cualquier problema que se les plantee, aunque se tengan que manchar las manos de vez en cuando. Además, esos dos personajes sufren a antagonistas interpretados por el mismo actor, Gerald McRaney, alguien fuera de lo común delante de una cámara.

Pero el maligno Underwood está acompañado por su mujer, que puede ser más manipuladora y aviesa aún que su propio marido. Claire Underwood es una mujer muy compleja, brillantemente interpretada por Robin Wright, uno de esos papeles que son un regalo para cualquiera. Creo que hay que tener mucho talento para hacer lo que hace la Wright en House Of Cards, nunca sabes por donde va a salir y tiene momentos en los que te saca de quicio y otros en los que sientes hasta lástima por ella.

Es un lujo que actores como Spacey en House Of Cards, Jessica Lange en American Horror Story o Glenn Close en Damages, puedan poner su talento al servicio de unas series en la que pueden desarrollar sus personajes de esa forma. Ahora mismo la producción de cine está muy lejos de lo que puedan ofrecer las series en cuanto a calidad, talento y entusiasmo. Todavía se hace buen cine, claro que sí, pero, ¿cuántas películas actuales se pueden equiparar a Mad Men, Breaking Bad, Treme o House Of Cards?

Y aunque a mí la política me interesa bien poco si que es un acierto la orientación que se le da en la serie a todo lo relacionado con los dirigentes, empresarios, periodistas, etc. Está claro que la conciencia general está cambiando y no todo el mundo se traga lo que sale en los medios, pero no deja de sorprenderme que pueda salir una serie como House Of Cards, que ponen el dedo en la llaga. Y no es que la serie trate de la crisis, pero si que refleja lo poco que le importan a quienes gobiernan, tanto a los que salen en los medios como a los que están en la sombra, lo mal que lo puedan pasar los ciudadanos de a pie. Lo que creo que quieren decir los creadores de la serie es que estamos rodeados de auténtica chusma por todas partes. Tal vez ese no sea el mensaje más positivo que se pueda lanzar en estos tiempos, pero es que a mi me hace mucha gracia que haya gente que todavía se crea la crisis esta que nos han colado como si tal cosa, como si no fuera algo que se podría haber solucionado hace ya tiempo.