jueves, 4 de julio de 2013

Larry Garner - Bluesman


Uno, que siempre percibe las cosas desde las sensaciones personales y no desde "lo que dicen" o lo que sale en los medios, tenía a Larry Garner como un seguro de vida para el blues junto a otros grandes que salieron en los 90's, tal como Mem Shannon, Deborah Coleman, Corey Harris, Alvin Youngblood Hart, Grady Champion, Eric Bibb, Shemekia Copeland, etc. Pero después de unos años de excelente creatividad toda la aportación de esa hornada de músicos tan dispares como geniales ha quedado disminuida en mayor o menor medida. A todos no les ha afectado por igual, y gente como Corey Harris o Shemekia Copeland han continuado con su carrera discográfica con mayor o menor actividad, pero otros como Larry Garner se quedaron estancados y a pesar de continuar tocando en vivo se echaban de menos nuevas grabaciones. Los tiempos han cambiado, cuando en los 80's se podían encontrar prácticamente en cualquier sitio las novedades de Albert Collins o James Cotton ahora parece que la actividad discográfica del blues actual sólo es seguida por unos cuantos, afectando además a los pocos discos que se sacan, que cada vez se graban con medios más humildes. Es tremendo como cada vez se avanza más en la tecnología pero cada vez se graba y escucha la música en peores condiciones. A los que se conforman con escuchar música a través del ridículo móvil de turno yo les dejaría sordos con el típico loro ochentero.

Los discos de Larry Garner en su primera etapa mostraban a un bluesman adaptado a los tiempos pero manteniendo la esencia del blues, que es un género más flexible que la concepción que de él se pueda tener por mucho aficionado recalcitrante. Discos como You Need To Live A Liitle, Standing Room Only o Once Upon The Blues son muestras del talento de un músico formidable, en donde no sólo se puede apreciar su capacidad con voz y guitarra, lo que le distingue son las composiciones que en su caso es su punto fuerte por la calidad de su música, la inventiva y unas letras que le separan de los tópicos del blues. Rara vez tira de lo fácil, con un repertorio como el suyo casi no hay cabida para los clásicos sobadísimos hasta la extenuación por otros músicos de muy poco talento. En su producción hay desde blues tirando a clásico a rock americano tipo Bob Seger pasando por funk. Unos discos geniales que pusieron a Larry en mi altar particular del blues actual por aquella época y del que creía que iba a poder seguir disfrutando regularmente de su producción discográfica. Pero pasaron muchos años en los que no se sabía mucho de sus actividades, aparte de algún concierto anunciado por aquí y por allá. Así que el retorno discográfico, después de algunos problemas de salud, con Here Today Gone Tomorrow en 2008 me pareció una gran noticia, y un disco que hacía ver que Larry seguía siendo el mismo, su sello está ahí en todo momento, nada de pirotecnia guitarrera de usar y tirar, eso queda para los que poco más tienen que ofrecer. Y yo que creía que ya no iba a poder tener el placer de poner en el lector de cd nada nuevo este gran bluesman de Louisiana, cuyo primer intento de sacar un disco fue rechazado con un rotundo "too blues" por parte de una discográfica, algo que le sirvió para nombrar a su primer álbum.

Después, afortunadamente, su actividad ya no ha decaído; se editó un directo, Live At The Tivoli, que al menos tiene un sonido mucho más aceptable que el primer album en vivo que sacó, está acompañado por Norman Beaker y su banda y se repasan temas de toda su discografía (nada de versiones, por supuesto) y se reeditó una remasterización de uno de sus primeros discos, Double Dues, aprovechando que hacía 20 años de su salida, y lo cierto es que se agradece, ya que convierte un disco con sonido semi-maquetero en otra cosa, ahí brillan todas esas excelentes Scared Of You, No Free Rides, Dreaming Again, Past 23 y otras, unas composiciones de ensueño por las que muchos venderían su alma y algo más. Y más recientemente de nuevo en estudio Blues For Sale, no tiene el nivel que tenían los discos de su primera etapa pero temas como A Whole Lotta Nothing o It's Killing Me si que dejan claro que su gusto por el blues, alejado de lo vulgar y manteniendo su personalidad por encima de todo, le mantendrá como un valor seguro para los que buscamos en el blues lo que ofrece gente con talento de verdad y no vagos que se conforman con recrear recreaciones de temas compuestos hace décadas.